Mediación: El verdadero arma para la paz 

En su artículo en el Huffington Post, Timo Soini, Ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia y Margot Wallström, Ministro de Asuntos Exteriores de Suecia hacen un balance de los acontecimientos en el mundo del 2015, y concluyen en el gran fracaso que ha sido para la diplomacia mundial el no haber podido resolver los conflictos. En su artículo ponen especial énfasis en el poder de la mediación como herramienta para los procesos de paz.

timo soini

Timo Soini  

margot wallström

Margot Wallström

Estamos cerrando los libros de un año que ha traído triunfos para la diplomacia pero también horribles recordatorios de sus fracasos. Negociaciones persistentes y pacientes concluyeron en un acuerdo sobre asuntos nucleares entre Irán y los llamados EU3+3. El proceso de paz en Colombia está demostrando un gran compromiso para terminar con décadas de conflicto.

Mientras tanto, y a pesar de los esfuerzos diplomáticos recientes, la guerra en Siria recrudece y ya se ha cobrado algunos cientos de miles de muertos y millones de personas han sido desplazadas. La ONU ha llamado a asistir a casi 90 millones de personas de 37 naciones, de las cuales la mayoría está en conflicto.

Si hay alguna conclusión clara a la que se puede llegar, es esta: es posible prevenir el conflicto violento, pero mayormente fallamos. En el pasado, hemos pasado horas negociando respuestas, pero no hemos logrado poner ese mismo esfuerzo constante en su prevención. Las consecuencias son desastrosas. Esto necesita cambiar. Debemos comprometernos nuevamente con la mediación.

Primero, una ONU más fuerte

Mediar es la tarea principal de las Naciones Unidas. La ONU es el actor global de mediación más importante y a menudo, el único visto como imparcial y confiado para trabajar en situaciones conflictivas. Tanto el Consejo de Seguridad como la Asamblea General se han comprometido a reforzar la capacidad de mediación de la ONU, pero de alguna manera esto no se ha traducido en acción.

Ahora que la ONU se encuentra revisando su agenda de paz y seguridad, es crucial que demuestre liderazgo genuino y envíe una señal clara sobre que la mediación persistente, la prevención del conflicto y la construcción de la paz son prioridades genuinas. Con Finlandia como Co-Presidente del Grupo de Amigos de la Mediación de la ONU  y Suecia como Presidente de la Comisión de la Construcción de la Paz de la ONU, tenemos plataformas sólidas desde las que estamos trabajando arduamente para asegurar que la mediación tenga el reconocimiento y los recursos que necesita.

Hay un entendimiento cada vez mayor entre los estados miembros de la ONU de que la mediación es una manera eficiente de prevenir conflictos. Es mucho menos costoso que intentar arreglar lo que ya se ha roto, salvaguarda los logros obtenidos y - lo más importante – salva vidas.

Segundo, más mujeres – más paz

La promoción de sociedades pacíficas y seguras no puede lograrse con la participación de unos pocos elegidos. Para que los acuerdos de paz sean sostenibles, más mujeres deben contribuir en las negociaciones de paz. Estudios recientes subrayan el vínculo positivo entre la significativa participación de las mujeres en los procesos de paz y la probabilidad lograr y sostener acuerdos de paz.

Suecia y Finlandia están apoyando iniciativas para entrenar a mujeres en los procesos de paz y fortalecer la experiencia de género y la capacidad en la mediación de la ONU. En Irak, por ejemplo, donde las mujeres han sufrido terriblemente durante los últimos tiempos de violencia, Suecia ha tomado un rol activo apoyando a las pacificadoras locales y a activistas de derechos humanos femeninos. Finlandia apoya la sociedad civil, incluyendo las organizaciones de mujeres, y se esfuerza en lograr ceses de fuego y establecimiento de paz en Siria. Junto a otros Países Nórdicos, hemos formado la Red Nórdica de Mediadoras, como respuesta a la necesidad de aumentar el número de mediadoras en el campo y fortalecerlas como agentes de paz. La inclusión tiene otras dimensiones también. La sociedad civil y las comunidades locales deben abordar el proceso de construcción de paz.

Las cuestiones relacionadas con la religión deben tomarse en cuenta en la búsqueda de soluciones a través de la mediación. Los diálogos interculturales e interreligiosos pueden formar parte de este proceso. Damos la bienvenida al trabajo de la Red de Pacificadores Religiosos y Tradicionales en su colaboración con la ONU en su trabajo integral para la paz.

Tercero, las organizaciones estatales y regionales necesitan responsabilizarse

Una ONU más capaz también es una ONU trabajando en tándem con organizaciones regionales. Damos la bienvenida a una cooperación cercana con la Unión Africana, como con otras organizaciones regionales o subregionales que pueden ser las primeras en detectar y comprender las señales de advertencia tempranas. El Instituto Europeo de Paz, lanzado el año pasado por iniciativa de Suecia y Finlandia, busca incrementar la agenda global de paz en la UE,  a través del diálogo y la mediación. Alentamos otras iniciativas para fortalecer nuestra capacidad colectiva para mediar. En un mundo tan inseguro, volátil y vulnerable como el de hoy, necesitamos de todas las manos disponibles.

El libro de 2015 será más bien de terror. Debemos al menos mostrar que hemos aprendido la lección: mediar y prevenir conflictos, una prioridad genuina. No hay alternativas.

 

Traducción no oficial, públicado en Huffington Post el 29 de enero 2016, "Mediation: The Real Weapon to Peace"(Enlace a otro sitio web.) (Abre una nueva ventana).