Markku y Cara Mia y su viaje alrededor del mundo
"Cuando sos joven tenés fuerzas y tiempo, pero no dinero; en la mediana edad tenés dinero y fuerzas, pero no tiempo, y cuando llegas a la vejez, tenés tiempo y dinero, pero no fuerzas." Con esas palabras Markku Lehtinen, un ex-empresario de publicidad, explicó la decisión de vender su auto, alquilar su casa y cabaña de verano, e irse, alentado por sus hijas, a llevar a cabo su sueño de navegar el mundo entero con un velero.
Markku comenzó su viaje, que fue planeado por largo tiempo, en octubre hace poco más de un año desde Bridgetown de la isla de San Vicente. Markku voló desde la Finlandia otoñal al Caribe, donde fue esperado por otro finlandés, el velero Swan 41 llamado Cara Mia. Markku no tiene prisa y ha prometido regresar a casa a más tardar "cuando tenga nietos". En este momento ya está navegando hacía el famoso Cabo de Hornos, ubicado en el sur de Tierra del Fuego, pero felizmente tuvimos la posibilidad de entrevistarlo cuando estuvo visitando por unas semanas a Buenos Aires.
Markku es oriundo de Kirkkonummi. Tiene mucha experiencia en navegar en velero y conoce bien el archipiélago finlandés como los aguas del Mediterráneo. Sobre Buenos Aires Markku dice que la ha percibido como un lugar seguro y amable, y que la ciudad fue hasta entonces el mejor lugar en que había parado, aunque al respecto de la navegación, fue el peor. Es porque la costa es baja y la profundidad del agua en promedio es solo de 3 a 5 metros, que hace que un ecómetro sea una herramienta necesaria a tener en el barco. Además el agua del Río de la Plata tiene mucha basura y cada tanto se quedan agarrados diferentes objetos a la hélice, la que hay que sacar y limpiar y se hace más lento el viaje. También las corrientes fuertes de la costa dificultan la navegación y hay que reservar mucho tiempo para hasta distancias cortas. Markku navega sin horarios y su próximo destino es Ushuaia en el extremo sur de Argentina. Después Cara Mia tomará rumbo a Tahití. Más o menos en un año el plan es estar en cercanías de África.
Felizmente el viaje de Markku ha transcurrido sin problemas graves o situaciones de riesgo, y los únicos momentos de suspenso han sido causados por embarcaciones grandes, que no están tan habituadas a otro tipo de tráfico en las zonas marítimas argentinas. La apariencia relajada de Markku y su encanto marinero seguramente lo han beneficiado durante el viaje. Se ha ganado la simpatía tanto de los locales como de los compañeros de navegación. Lo que es cierto es que Markku ha conocido toda clase de amistades en el viaje. Por ejemplo, después de hacerse amigo con un amable holandés en Rio de Janeiro habían acordado encontrarse en Polinesia donde los dos planeaban seguir navegando. La primera impresión puede engañar – el mismo hombre recibió después mucha atención mediática cuando la policía brasilera encontró 500 kilos de cocaína en su velero.
Markku agradeció ya antes de llegar a Buenos Aires la ayuda de la Embajada para encontrar piezas de recambio para el velero. Finalmente, un nuevo calefactor vino desde Finlandia con una nueva tripulante. Markku también renovó su pasaporte en la Embajada y su viaje hacía el Fin del Mundo pudo continuar en paz.
Se puede seguir el viaje de Markku de su blog: http://caramiamaailmanympari.net/